Una muy buena vía para entrar en comunión con la diosa que llevamos dentro, con el dios que llevamos dentro, o fuera según como quiera verlo cada quién.
El cansancio desapaece con solo comenzar el movimiento, las preocupaciones se desvanen al conectar el ritmo corporal con el ritmo musical......
Sentirse flotar no es dificil, solo hay que dejarse llevar por la magia de este arte milenario, de esta ventana de comunicación, de simbología........
Y siempre acompañada de la música, su alma gemela , porque no hay ritmo sin movimiento, la música está en todas las cosas, incluso cuando se baila sin música, es el cuerpo, los pies pisando la tierra los que se encargan de hacer la música. Porque ambas se complementan, la danza es el dibujo que se va creando con el lapiz musical, la danza es el lienzo eterno del pintor que a través de la música como colores en pinceles, la va moldeando al son de su melodía.........
Dulces bailes soñados, dulces sueños bailados
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